The encounter between the past and the present in a chocolate bar
‘It is not an inquiry into the past, but a celebration of it’ - David Lowenthal
As we enter this new era imposed by the pandemic, we have turned our website and social networks around, reinforcing the essence of Cárdenas Chocolate. We glance at the past, bring fragments of history to the present to project them into the future. The meaning of heritage cacao in Ecuador is too noble to be forgotten.
A romantic like me cannot stop being moved by the beauty of art, human stories, nature, exquisite flavours and even a beautiful dress.
When travelling around the world, I have always been fascinated by the history of past civilisations. I think of Egypt, Greece, Rome and the one-hundred-year-old cacao trees that still lay in Upper Manabí, Ecuador.
Living in London, I realised the weight of history in every street, neighbourhood that tells the life of a character, object, customs that marked history and how society remembers and celebrates them.
"Heritage is the history, traditions, practices of a particular country, a society that exist from the past and continue to be important," according to the Cambridge University dictionary.
"Heritage underpins and enriches continuities with those who came before and those who came after us,' wrote the American historian and father of the concept of "Heritage," David Lowenthal in his essay "Why does the past matter."
The history of cacao in Ecuador
Cacao has been an essential element in the history and identity of Ecuador. The Spanish "conquistadores" who arrived at the Coast of Ecuador in the XVI century were amazed by the cacao plantations they saw in the basins of the Guayas River. That was the same fine flavour cacao that would later be exported from Guayaquil to Spain via El Callao and Mexico.
But the history of this precious cacao, native of the Amazon rainforest, dates back to 5,000 BC. A couple of years ago in the archaeological site of Mayo-Chinchipe, Southern Ecuador, traces of cacao were found in clay pottery, this shows that our ancestors already tasted something similar to what we know today as chocolate.
This discovery bring to live to types of heritage: the natural heritage which shows the richness of this ecosystem of the Amazon basin of Ecuador and the cultural heritage that represents the customs and traditions of our ancestors.
The Gran Cacao
If we fast forward a few centuries, we find the figure of the "Gran Cacao" in Ecuador. The Gran Cacao were people dedicated to the cultivation and export of cacao who made the country the largest cacao producer in the world during cacao boom from 1880-1920.
The closest example, we have is Juan Pólit and his farm "La Providencia" located in Chone, Manabí. His hacienda was a splendid 2,000 hectares plantation of Arriba Nacional cacao that seduced the most exquisite palates in the world. Hamburg and New York were his primary destinations. Juan Pólit, like many Gran Cacao from Guayas and Los Ríos, were the engine of Ecuador's economy, whose 80% of income corresponded to the export of fine flavour cacao.
At the same time, the personality of Eloy Alfaro emerges. A native from Montecristi, Manabí, who is undoubtedly the most progressive president Ecuador has ever had.
With his liberal vision, his businessman mindset, supported by the economic bonanza due to cacao, he achieved fundamental changes: such as the construction of the railway that linked the Coast and the Andes, the implementation of secular education, the empowerment of women, the building of schools and hospitals and the separation between the state and the church.
In 1920 the plague of the Witch's Broom decimated 70% of the fine flavour cacao plantations in Ecuador, the industry declined and was unfortunately forgotten.
"The element of potential or real threat to heritage – of destruction, loss or decay – links heritage historically and politically with the conservation movement," explains Dr Rodney Harrison professor of archaeology at University College London.
As part of our field research, we have found cacao trees at "La Providencia" that have survived the 1920’s plague in Upper Manabí.
Keeping those cacao jewels alive
Those relics that we protect today are the essence of our limited-edition chocolate, Gigi, in honour of my mother native from this beautiful region. It is with the cacao trees that are descendants of those memorable ancestors that we make today our "Tierra Hermosa" chocolate collection.
The goal of Cárdenas Chocolate is not only to protect these cacao jewels but to empower the producers of the region to continue replicating that heritage cacao.
"What may begin as a rescue operation, designed to preserve the relics of the past, passes by degree into a work of restoration in which a new environment has to be fabricated to turn fragments into a meaningful whole," explains the British historian Raphael Samuel in his book "Theatres of memory."
Heritage cacao unifies our past, our identity and recognises what is valuable to preserve with a vision for the future. Our dream is to keep that heritage alive in every chocolate bar dedicated to sensitive souls and discerning palates worldwide.
SPANISH VERSION / EN ESPAÑOL
El encuentro del pasado y el presente en una barra de chocolate
“No es un cuestionamiento al pasado, sino un festejo del mismo” – David Lowenthal
Al entrar a esta era impuesta por la pandemia hemos dado un giro a nuestra página web y redes sociales reforzando la esencia de Cárdenas Chocolate, con una mirada al pasado, adaptándola al presente y proyectándola al futuro. Porque la herencia del cacao en Ecuador es demasiado noble como para dejarla en el olvido.
Una romántica como yo no deja de conmoverse por la belleza del arte, las historias humanas, la naturaleza, los exquisitos sabores y hasta un bello vestido.
En los viajes por el mundo siempre me ha fascinado la historia de civilizaciones del pasado, me ha intrigado cómo vivió su gente. Pienso en Egipto, Grecia, Roma y los árboles de cacao centenarios del Alto Manabí, Ecuador.
Viviendo en Londres, me percaté del peso de la historia en cada calle, cuadra, barrio que cuenta la vida de un personaje, objeto, costumbres que marcaron la historia y cómo la sociedad los recuerda y celebra.
“La herencia es la historia, las tradiciones, las costumbres de un país, de una sociedad que han existido desde el pasado y son aún importantes en el presente” lee la definición del diccionario de la Universidad de Cambridge.
David Lowenthal, historiador americano y padre del concepto “Heritage” afirma en su ensayo titulado el “Por qué importa el pasado” que “la herencia o patrimonio cultural asegura y enriquece la continuidad de aquellos que estuvieron antes que nosotros y aquellos que vienen después de nosotros.”
La historia del cacao en Ecuador
El cacao ha sido un elemento esencial en la historia e identidad del Ecuador. Cuando los exploradores españoles llegaron a la Costa de nuestro país en el siglo XVI quedaron asombrados con los cacaotales que crecían en la cuenca del Guayas. Ese fue el mismo cacao fino de aroma que después partiría desde Guayaquil rumbo a España vía El Callao y México.
Pero la historia de este preciado cacao nativo de la Amazonía data de 5.000 AC. El descubrimiento efectuado hace un par de años en el sitio arqueológico de Mayo-Chinchipe, sur de Ecuador, donde se encontraron vestigios de cacao en vasijas de barro demuestra que nuestros antepasados ya saboreaban algo parecido a lo que hoy conocemos como chocolate.
Aquí surgen de dos tipos de herencia o patrimonio: herencia natural porque muestra la riqueza de este ecosistema de la cuenca amazónica de Ecuador y la herencia cultural porque presenta las costumbres y tradiciones de nuestros ancestros.
El Gran Cacao
Si nos adelantemos unos siglos analizamos la figura del “Gran Cacao” en Ecuador. Dichas personas dedicadas al cultivo y exportación del cacao convirtieron al país en el mayor productor de cacao del mundo y vivieron el boom del cacao desde 1880-1920.
El ejemplo más cercano que tenemos es Juan Pólit y su hacienda La Providencia en Chone, Manabí. Su hacienda era una espléndida plantación de 2000 hectáreas de cacao Arriba Nacional que seducía los paladares más exquisitos del mundo. Hamburgo y Nueva York fueron sus principales destinos. Juan Pólit al igual que muchos hacendados de cacao de Guayas y Los Ríos eran el motor de la economía de Ecuador cuyo 80% de ingresos correspondía a la exportación del cacao fino de aroma.
Al mismo tiempo surge la imagen de Eloy Alfaro, originario de Montecristi, Manabí, que es sin duda el presidente más progresista que haya tenido Ecuador.
Con su visión liberal, de empresario, apoyado en la bonanza económica debida al cacao logra cambios fundamentales: como la construcción del ferrocarril que unió a la Costa y la Sierra, la implementación la educación laica, el empoderamiento a las mujeres en su rol en la sociedad, el levantamiento de escuelas y hospitales y la separar entre estado y la iglesia.
En 1920 la plaga de la Escoba de Bruja decima el 70% de las plantaciones de cacao fino de aroma en Ecuador, la industria decae y queda desafortunadamente en el olvido.
“El elemento de una posible amenaza del patrimonio, ya sea destrucción, pérdida o decadencia, vincula la herencia histórica y política con el movimiento de conservación,” explica el Dr. Rodney Harrison profesor de arqueología de University College London.
Preservando esas joyas del cacao
Como parte de nuestra investigación de campo hemos hallado árboles de cacao sembrados por Juan Pólit que sobrevivieron a la plaga de 1920 en el Alto Manabí. Esas reliquias que hoy protegemos son la esencia de nuestro chocolate de edición limitada, Gigi, en honor a mi madre originaria de la zona. Es con los árboles que descendientes de esos memorables ancestros fabricamos hoy nuestra colección Tierra Hermosa.
La meta de Cárdenas Chocolate es no sólo proteger esas reliquias de cacao, sino que empoderar a los productores de la región para que sigan replicando ese cacao de herencia.
“El rescate y la preservar de las reliquias del pasado se convertirte en un trabajo de restauración para transformar esos fragmentos en un todo lleno de significado,” explica el historiador británico Raphael Samuels en su libro “Teatros de la memoria.”
El cacao de herencia unifica nuestro pasado, nuestra identidad y reconoce lo que es valioso preservar con una visión al futuro. Nuestro sueño es mantener viva esa herencia en cada en cada barra de chocolate dedicada a las almas sensibles y paladares exigentes de todo el mundo.