An eternal flow
“Everything I do is a symbol. Everything has a meaning.” – Phillippe Starck
Sensitivity is as essential as air to breathe to appreciate beauty. The origin of cacao, its history, the people who harvest it, the art of transforming it into chocolate is honestly displayed and connected like stitches from a beautiful textile.
These meaningful pieces convey their inherent beauty, and we demonstrate it through its packaging.
I never thought that growing up by the sea in Manta, this coastal city of Ecuador, home of the Manteña civilisation (600-1530), its love for nature and always wanting to know the why of things, would become the pillars of my journalistic career. Years later, when I lived in London, it was the same curiosity that leads me to admire the contemporary art scene, understand artists and designer’s vision and write about it. Situations like these would sharpen the eye and touch the soul of any person. Then, when creating this speciality chocolate collection, I knew that I should dress it in its best clothes because its beauty should reveal its soul.
Juan Alvarado, fondly called "Mono Alvarado," a talented Ecuadorian graphic designer, is the creator of our packaging. After sharing with him our story, he came up with the actual design. Mono grew up surrounded by rivers and forests. From his office, one can admire the magnificent historical centre of Quito. This environment and his experiences of his life in Buenos Aires have inspired his designs with a universal vision. For years he designed branding campaigns that won national and international awards. Chocolate was for him another fulfilling challenge.
To create the packaging for our chocolate, Mono was inspired by the Eternal Flow. To Nietzsche "an eternal flow has neither a beginning nor an end but extends through infinite time."
Timelessness and beauty are two key concepts. "The use of pink marble on the packaging of Cárdenas Chocolate represents that," Mono states.
-Our chocolate, in addition to its unique flavour, has many symbols: it evokes sophistication, femininity, heritage, delicacy, resilience. What else did you think when creating our design? I asked him.
I thought about transparency, legacy, perfection. It reminds us of the connection that we should never lose with our past and our origins, he replies.
- When you design, do you see the person behind the product?
Of course! A brand must have a defined personality to achieve notoriety in the consumer's minds. Like a person, a brand is a set of values; it's a way of looking at life. A creative resource when conceiving a brand is to visualise it as a character in a story to captivate readers.
-What characters serve as a reference for your work?
I am a bit of a revisionist of history. The past is an excellent source of inspiration for me. I am especially inspired by those characters who in their time, knew how to see beyond their borders: Ernest Heminway, Diane Vreeland, Tadao Ando, to name a few. I am inspired by their work, phrases, surroundings. Everything works when creating a brand.
-Our chocolate has an origin that makes it unique. However, we wanted a universal design that appeals to sensitive souls, whether in London, Paris, Madrid, Shanghai.
I think chocolate, like other types of products, must speak a universal language. In some ways, they are "citizens of the world"; therefore, they must communicate a message that is common to everyone.
-Let's talk about the collaboration with artist Lisandro Carrasco, about his extraordinary work made out of paper.
Lisandro Carrasco or "Lichy" as we affectionately call him, is an Argentine industrial designer and artist who leads the "Don Nadie" workshop in the historical centre of Quito. He recreates with paper, through different techniques (origami, paper cut, folding paper, collage, etc.) environments for various projects. For Cárdenas Chocolate, his inspiration was the Ecuadorian province of Manabí. The trace of the sea on the beach, the depth of the Pacific Ocean or the lush vegetation of the forest, shelter the Cárdenas Chocolate packaging, mimicking the environment and product in a single eternal and sophisticated flow.
For projects like the one we developed for Cárdenas Chocolate, we combine our talents. We believe in collaborative work as a method that enhances creativity, Mono explains.
And for us, it means embracing people's minds in these challenging times, regardless of nationalities, race, gender, age. May Cárdenas Chocolate be the force that helps to change the world, the eternal flow.
SPANISH VERSION / EN ESPAÑOL
Un fluir eterno
“Todo lo que hago es un símbolo. Todo tiene un significado.” – Phillippe Starck
La sensibilidad es tan esencial como el aire que respiramos para apreciar la belleza. El origen del cacao, su historia, las personas, el arte de crear el chocolate están allí, exhibidos de forma honesta y conectados como puntadas de un precioso telar.
Estas piezas cargadas de significado transmiten su belleza inherente y esto queda plasmado en el empaque.
Nunca pensé que crecer al pie del mar de Manta, ciudad costera de Ecuador, hogar de la civilización Manteña (600-1532), su amor por la naturaleza y su curiosidad de interrogar el por qué de las cosas, iba a convertirse en pilares de mi carrera periodística. Años más tarde, cuando viví en Londres serían vitales para apreciar el arte moderno, entender lo que cuestionaban los artistas y diseñadores y para escribir sobre arte. Momentos así afinan la visión y tocan el alma de cualquier persona. Por eso al crear este noble chocolate, sabía que debía vestirlo con sus mejores prendas pues su belleza debía revelar su alma.
Juan Alvarado, cariñosamente conocido como Mono Alvarado, diseñador gráfico ecuatoriano, es el creador del empaque. Al resumirle nuestra esencial, él ideó su vestimenta. Mono creció rodeado por bosques y ríos. Desde su oficina se admira el magnífico centro histórico de Quito; ese entorno y la experiencia adquirida durante su estancia en Buenos Aires, le han servido para plasmar imaginarios de alcance universal. Lleva años creando campañas y branding que han ganado premios nacionales e internacionales. El chocolate ha sido para él otro gran desafío.
Para concebir el empaque de nuestro chocolate Mono se inspiró en el Fluir Eterno. Ya lo dijo Nietzsche, “el Fluir Eterno no tiene principio ni final, se extiende en el pasado y en el futuro.”
Atemporalidad y belleza son dos conceptos claves. El uso del mármol rosa en el diseño de Cárdenas Chocolate representa eso,” expresa Mono.
-Nuestro chocolate además de su único sabor tiene muchos símbolos: evoca sofisticación, el lado femenino, la herencia, la delicadeza, la resiliencia. ¿Qué más pensaste al crear su diseño? pregunto.
Me evoca nobleza, legado, perfección. Nos recuerda con su sabor la conexión que no debemos perder con nuestro pasado y con nuestros orígenes.
-¿Cuándo diseñas visualizas a la persona detrás del producto?
¡Por supuesto! Una marca debe tener una personalidad definida para lograr notoriedad en la mente de sus consumidores. Al igual que una persona, una marca es un conjunto de valores, formas de ver la vida, un discurso propio. Un recurso creativo al momento de concebir una marca es visualizarla como un personaje de una historia, un personaje que debe cautivar a los lectores.
-¿Qué personajes te sirven de referencia para tu trabajo?
Soy un poco revisionista de la historia. El pasado es una gran fuente de inspiración para mí. Me influencian sobretodo aquellos personajes que en su tiempo supieron ver más allá de sus fronteras: Ernest Heminway, Diane Vreeland, Tadao Ando, por mencionar algunos. Me inspiran sus obras, sus frases, sus entornos. Todo sirve al momento de crear una marca.
-Nuestro chocolate tiene un origen que lo hace único, pero hemos querido que su imagen sea universal que apele a un alma sensible, ya sea en Londres, París, Madrid, Shanghai
Creo que el chocolate, al igual que otro tipo de productos, tiene que hablar un lenguaje universal. De alguna manera es un ”ciudadano del mundo.”
-Hablemos del trabajo del artista Lisandro Carrasco; de su delicado obra hecha en papel
Lisadro Carrasco o “Lichy” como le decimos cariñosamente, es un diseñador industrial argentino que lidera el taller “Don Nadie” en el centro histórico Quito. Él mismo recrea con papel, a través de diferente técnicas ( origami, paper cut, folding paper, collage, etc.) entornos para diferentes proyectos. En cuanto a Cárdenas Chocolate su inspiración fue la provincia de Manabí, Ecuador. El rastro del mar en la playa, la profundidad del Océano Pacífico o la exuberante vegetación del bosque húmedo, dan cobijo al empaque de Cárdenas Chocolate, mimetizando el entorno y producto en un solo Fluir Eterno y sofisticado.
Para proyectos como el desarrollado para Cárdenas Chocolate combinamos nuestros talentos. Creemos en el trabajo colaborativo como un método que potencia la creatividad, explica Mono.
Y para nosotros significa estrecharnos las manos en estos desafiantes tiempos, sin importar origen, raza, género, edad. Que Cárdenas Chocolate sea la fuerza que ayude a cambiar el mundo, el Fluir Eterno.