Nature never stops

Who harvests cacao during these times? Where does it come from? We talk to Leonardo Andrade our trusted man in the field where we source “Arriba Nacional cacao” for our chocolate collection.

Behind those mountains, where streams of crystalline waters cross, reedbeds grow, howler monkeys run freely, lies "El Silencio" (The Silence) in Ricaurte, Manabí, Ecuador.

This is an area is where my grandfather used to ride horses with his cousins and kept memories that marked his youth.

That morning I would visit it along with Leonardo Andrade. "El Silencio" I heard it from my mother because it was a unique place where those ancient trees of more than 100 years old and wild cacao still existed. "Listen, my son, the silent, it's rolling silent, where valleys and echoes slip…" García Lorca wrote it in his poem "The Silence."

 That moment I would understand the reason for its name. The unspoiled nature and those cacao jewels that lie over there do not require words, only sensitivity to admire and respect them.

The visit was two years ago; we were hunting for heritage cacao. Because of cacao, I have strengthened ties with my maternal origins, I have rediscovered the beautiful land where I grew up going to visit my grandfather, and I have connected with distant relatives who are now close.

 Leonardo Andrade grew up in that land and knows it like the palm of his hand.

 Since 1986, the year he inherited part of his father's estate, he has been dedicated to agriculture, especially the “Arriba Nacional cacao,” because it is on his DNA. For a time, he was president of the cacao association that brought together 300 producers in the area and unfortunately had to close. Hence, his leadership among the cacao farmers and his deep love for his land.

 

How does it feel to be quarantined?

"We were not prepared for something like this. We are concerned about the spread of the virus, the restriction of mobilization, commercialization, the economic recession, the shortage of food, and what may happen in the coming days."

 

But are growers staying at home?

"In the field, people have to go out to daily work. Agriculture does not have holidays, we depend on nature. However, the authorities are controlling the mobilization."

 It is cacao harvest season in Upper Manabí, and people are still working. As Leonardo says, "nature never stops, we must be grateful for its generosity." There is plenty of “Arriba Nacional cacao.” Some cooperatives are working at a slow pace; the ones who buy the most are the city's merchants.

 

What happens when there is no harvest?

"The bean grows inside the cocoa pod and is damaged. The pod dries out and a fungus falls out, dispersing spores and contaminating the plantation. It is an economic loss."

 Leonardo has had a young cacao plantation since 2008 and, up in those untouched mountains, in "El Silencio," he owns cacao jewels of more than 100 years old, just like wild cacao. He combines the cultivation of cacao with bananas, plantains and citrus plantation in his plot in Ricaurte, 10 kilometres from Chone. Like him, many growers are still collecting fruits and vegetables during the pandemic to send them to big cities.

 

What is your dream?

To have better days for those of us who live from agriculture, give added value to our products, especially cacao. And stay healthy to be able to maintain heritage cacao for future generations.

 

SPANISH VERSION / EN ESPAÑOL

 

La naturaleza nunca se detiene

Detrás de esas montañas, donde cruzan riachuelos de aguas cristalinas, crecen cañaverales, andan libremente los monos yace “El Silencio.”

Esa zona donde mi abuelo cabalgaba a caballo con sus primos que dejó recuerdos que marcaron su juventud, lo conocería esa mañana con Leonardo Andrade, nuestro hombre de confianza y principal proveedor de cacao para nuestro chocolate.

“El Silencio” lo había escuchado por mi madre, pues allí yerguen esos árboles ancestrales de más de 100 años y cacao salvaje que han desafiado al tiempo.  “Huyendo del sonido, eres sonido mismo, espectro de la armonía,” así lo dijo García Lorca en su “Oda al Silencio” y esa mañana comprobé el por qué de su nombre.

Esa naturaleza virgen y esas joyas de cacao que allí yacen no requieren palabras, sólo sensibilidad para admirarlas y respetarlas.

Esa visita fue hace dos años cuando buscábamos cacao de herencia. Por el cacao he estrechado lazos con mis orígenes maternos, he redescubierto la tierra hermosa donde crecí yendo a visitar a mi abuelo y me he reconectado con los parientes lejanos que ahora son cercanos.

Leonardo Andrade, creció en ese terruño, lo conoce como la palma de su mano.

Desde 1986, año que heredó parte de la hacienda de su padre, se dedica a la agricultura, en especial al cacao Arriba Nacional, pues le viene en la sangre. Durante un tiempo fue presidente de la asociación de cacao que reunió a 300 productores de la zona y que por razones de fuerza mayor cerró. De allí le queda su liderazgo entre los cacaoteros y ese amor profundo por su tierra. 

 

¿Qué se siente estar en cuarentena?

“No estábamos preparados para algo así. Estamos preocupados por la propagación del virus, por la restricción de movilización, la comercialización, la recesión económica y la escasez de víveres y lo que puede pasar en los próximos días.”

¿Los campesinos se están quedando en casa?

“En el campo la gente tiene que salir a las labores diarias. La agricultura no tiene feriados porque dependemos de la naturaleza.  Pero las autoridades están controlando la movilización.”

Es la temporada de cosecha de cacao en el Alto Manabí y la gente sigue trabajando. Como dice Leonardo, “el campo no se detiene y debemos agradecer a la naturaleza por su generosidad.”

El cacao Arriba Nacional ahora abunda. Algunas cooperativas están trabajando a paso lento, pero los que más compran son los comerciantes de la ciudad.

 

¿Que pasa cuando no se cosecha?

Crece el grano dentro de la mazorca de cacao y se daña. La mazorca se seca y le cae un hongo que dispersa esporas y contamina la plantación. Es una perdida económica

 

Leonardo combina el cultivo de cacao con la plantación de plátano y cítricos en su plantación en Ricaurte, a 10 kilómetros de Chone, cantón manabita famoso por la riqueza de su tierra y la exquisitez de su gastronomía.

 

Su plantación de cacao joven la tiene desde 2008 y montaña adentro, en El Silencio, posee las joyas de cacao de más de 100 años, igual que cacao salvaje.

 

¿Cuál es tu sueño?

Tener mejores días para los que vivimos de la agricultura, dar valor agregado a los productos y exportar. Y que tengamos salud para poder mantener nuestro cacao de herencia para futuras generaciones.

 
Leonardo Andrade shows us his freshly cut Arriba Nacional cacao pod in Upper Manabí, Ecuador

Leonardo Andrade shows us his freshly cut Arriba Nacional cacao pod in Upper Manabí, Ecuador

His latest cacao harvest, our next chocolate batch

His latest cacao harvest, our next chocolate batch

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A farmer’s persistent dream